Tengo miedo, lo confieso, tengo miedo que a mitad de la noche una llamada me despierte para decirme lo que nunca quisiera escuchar.
Tengo miedo por que todo es frágil y siempre pensaré que hay tanto por hacer, tanto por reír, tanta música por escuchar.
Tengo miedo que amanezca, ¿Qué puedo hacer, que puedo decir? Hoy ya no puedo subir al tejado de la casa de General Prado como cuando niño para ponerme a pensar que tan lejos estarías y limitarme a esperar.
Tengo miedo de ver como pasa el tiempo y su decadencia, implacable, marcándolo todo. Quisiera documentarlo todo, perpetuar todo lo que nos hace sonreír.
Tengo miedo de admitir que en verdad la vida es un momento y es que fue hace solo un instante que me enseñabas a montar a caballo para recorrer Cutervo o paso a paso como hacerme el mas perfecto nudo de corbata para mi primera fiesta formal.
Tengo miedo de no haberte dicho suficientes veces cuanto te quiero y que quisiera que estuvieras fuerte como siempre para salir de viaje con Mamá a surcar un río inmenso de la selva o subir a un bus o un avión y encontrarte paisanos o parientes que nunca conocí.
Tengo miedo, no lo niego, pero también tengo fe, mucha fe que nunca bajarás los brazos ni las revoluciones y seguirás bromeando con lo cotidiano, diciéndole testarudamente “mochilla” a la mochila y “llantop” a la laptop, filosofando con todo lo que te ha tocado vivir, y es que aun tienes tanto por dar viejito.
Tengo fe … tengo fe…
Tengo miedo por que todo es frágil y siempre pensaré que hay tanto por hacer, tanto por reír, tanta música por escuchar.
Tengo miedo que amanezca, ¿Qué puedo hacer, que puedo decir? Hoy ya no puedo subir al tejado de la casa de General Prado como cuando niño para ponerme a pensar que tan lejos estarías y limitarme a esperar.
Tengo miedo de ver como pasa el tiempo y su decadencia, implacable, marcándolo todo. Quisiera documentarlo todo, perpetuar todo lo que nos hace sonreír.
Tengo miedo de admitir que en verdad la vida es un momento y es que fue hace solo un instante que me enseñabas a montar a caballo para recorrer Cutervo o paso a paso como hacerme el mas perfecto nudo de corbata para mi primera fiesta formal.
Tengo miedo de no haberte dicho suficientes veces cuanto te quiero y que quisiera que estuvieras fuerte como siempre para salir de viaje con Mamá a surcar un río inmenso de la selva o subir a un bus o un avión y encontrarte paisanos o parientes que nunca conocí.
Tengo miedo, no lo niego, pero también tengo fe, mucha fe que nunca bajarás los brazos ni las revoluciones y seguirás bromeando con lo cotidiano, diciéndole testarudamente “mochilla” a la mochila y “llantop” a la laptop, filosofando con todo lo que te ha tocado vivir, y es que aun tienes tanto por dar viejito.
Tengo fe … tengo fe…