Hubo una vez un crío que vio la luz en Huánuco un vigésimo
sexto día de febrero, robusto y rosado, silente y dócil en contraste con su
hermana predecesora un torbellino de energía dos años mayor.
Hubo una vez un bebe, que con mirada entrefija balanceaba su
cuerpo tántricamente sentado en su cama - cuna mientras armaba y edificaba dios
sabe que cosas con unos cubos de madera que le había pintado su padre. El mismo
bebe que en esa misma cama – cuna ensayaría sus primeras desconcertantes
performances en marrón o beige.
Hubo una vez un párvulo que ponía de vuelta y media a su
madre al treparse a los aviones con sus frascos de mantis religiosas o papazos
esos negrísimos escarabajos con cuernos que orondo los lucía bien prendidos también
de su propia ropa, explicándonos a sus espantados mayores con científica pasión
la naturaleza y gracia de tales bichos.
Hubo una vez un niño de andar pausado y permanente sonrisa
que aparecía en mi cuarto a medianoche mientras escribía solo para decir con el
más marcado y cantado de los acentos pucallpinos “Tío, yo te quiero mucho…“ y en
esas noches de verano se quedaba sentado a mi lado acompañando mi insomne escribir.
Hubo una vez un adolescente compinche con quien devorábamos pizzas
enteras en pocos segundos y coronaba cada de esas jornadas diciendo “nunca
subestimes el apetito de un adolescente”
Hubo una vez un joven escolar que lo dibujaba todo, que lo
pintaba todo, que lo retrataba todo, y atrapada imágenes e instantes de la vida
de la gente en trazos de carboncillo, lapicero o cualquier elemento que
proporcionara color, sobre un papel o un lienzo.
Hubo una vez un joven que empezó a crecer en estatura tan
alto como sus propios sueños, que creyó en aquellos sueños y pintó y pintó lo
indecible para ganarse los boletos a sus destinos de enseñanza y crecimiento.
Hubo una vez ese joven que se afincó en la tierra de
Sorolla, de Velásquez, de Goya, la tierra de pintores, donde sudor y talento le
hacen un espacio en su ahora tierra de
pintores.
Hoy, hay un hombre que pinta y piensa, que piensa y pinta y hace
pensar desde su barrio allá en el mismo del de Francisco de Goya, en aquella
Quinta del sordo, que ahora también es del
Erick.
Felices 32 mi sobrinazo artista y mejor persona, lejos, más
allá, a la distancia de un continente y océano enteros de por medio, pero presente siempre en casa.
9 comentarios:
Gracias tio , cada etapa de vida de mi hermanito descrita de la mejor manera...un beso grande para los 2 los recontra quiero .
TINCITO QUERIDO:
UN GRAN ABRAZO; QUE LINDO SALUDO DE CUMPLEAÑOS A ERICKITO. BENDICIONES
Gracias querido tío-hermano. Demiurgo de imágenes construidas con palabras. Aun en momentos apacibles me sigo meciendo. Y en cada fragmento de mi memoria te tengo partícipe de mi aventura. Eres una gran persona, y aun seguirá el tiempo contruyendo para nosotros, un plano transversal de espacio y tiempo. Estoy feliz de la familia que me formó en las agallas y la inconsciencia de construir con pasión y lucha mis valores. Un fuerte abrazo.
Tin que genero literario personalizado empleas para con palabras describir tan bien al personaje, me regresaste en el tiempo.
"...vaya homenaje muy merecidas a tú queridisímo sobrino joven ,famoso pintor, es el orgullo de un tío que le vio crecer va nuestras felicitaciones de vuestros tíos Napoleón y Berta"
"Me encantó lo q le dedicaste a tu sobrino. Eres un talento con la redacción. Lindo"
Me agrego. muy interesante
a pesar de la distancia, los mas gratos recuerdos se llevan por siempre.....muy bonito dr. martin.
Que no escriba, no significa que no lea...
Publicar un comentario