miércoles, 1 de julio de 2009

MAMÁ OSA, LA ÚLTIMA MATRIARCA

98 años de vida no son poca cosa, no pasan en vano. Quien haya vivido esa cantidad de tiempo bregando constantemente puede considerarse no solo un testigo sino protagonista de la historia de toda una comunidad.
La historia de la Familia Cárdenas es equivalente a hablar de la historia misma de Bellavista, que es hablar de pioneros y de hombres y mujeres ilustres.
Un recodo a orillas del Huallaga en el gran paraíso sanmartinence ha sido escenario de la historia y vida de ésta emblemática mujer de gran carácter ROSA AURORA CÁRDENAS RAMÍREZ: maestra, esposa, madre, abuela, bisabuela, tatarabuela, madrina, señora de señoras, ciudadana ilustre, matriarca elemental en todos sus años de vida, la Mamá Rosa por excelencia.
Querida y respetada, formó e inició junto al recordado Papá Justo una prole vasta bajo la conjugación López-Cárdenas, imprimió su sello y su presencia en la vida de cada uno de ellos, a su manera y a su modo siempre pendiente de su bienestar y sus necesidades, presente en cada nacimiento.
Quien lo diría, tras ese rostro serio y de suma rigidez había una personalidad locuaz con un gran sentido del humor capaz de las chanzas más inesperadas, sino recordemos cada uno de nosotros algún sobrenombre del que nos haya hecho blanco, del que casi ninguno ha escapado; mi gordura infantil le inspiró llamarme “pollo gordo”, solo siendo ya adolescente pude tomarme la revancha devolviéndole el favor rebautizando su robustez, su nombre y su mal genio como: “Mamá OSA”, algo que ella me consintió siempre con beneplácito y una sonrisa pícara de complicidad.
Mi “Mamá OSA”, mi abuela Rosa fue así, sorprendente y admirable en todas sus facetas, autoritaria si, sobria, seria e inquebrantable pero con gran sentido del humor; directa y mordaz en sus opiniones pero generosa, desprendida y tierna en sus afectos –a veces selectivos-.
Mamá Rosa cierra hoy el inevitable círculo de la vida y se encuentra ya junto a Papá Justo su gran compañero de vida, junto a su Mamá Verónica, junto a los otros fundadores y pioneros de Bellavista. Con Mamá Rosa se va quizá la última matriarca de ese pueblo maravilloso, se va una parte de su historia viva y latente, para eternizarse en nuestra mente, alma y corazón.
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(*) Fotografía tomada en Laguna Viña del Río, Huánuco - Año 1968
(**) Fotografías de Bellavista: Jorge Gómez y López

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