martes, 18 de marzo de 2008

ALBAR

(M2)

Amanece y no sé muy bien a cuanto estoy de despertar, impulsivamente me desdoblo, busco el silencio, los sonidos, los ruidos del descanso del resto del mundo, puedo estar a 8°22'57.52" de latitud sur, asomando la cabeza bajo una sábana empapada de mi propio sudor, insomne, mirando por una ventana alquilada como se moja e inunda una ciudad, gotas, goterones haciendo percusión eterna en calaminas y palmeras, relámpagos lejanos, truenos cada vez mas cerca.
Dondequiera que esté, mas lejos o mas cerca de casa. ¿Será que solo yo estoy despierto? Tu, yo y unos cuantos perros ahuyentando a alguien que merodea por las casitas de un cerro. Te frotas los brazos, sientes ese aire helado, ese viento suave de madrugada que se condensa en los vidrios y estremece las ramas del molle.
¿Cuanto falta para que amanezca?. Tren, trensito lejano y en fuga, ruido, ruidito de un colectivo que va llegando, pasa, acelera y cruza Rivadavia. Yo te espero “día”, te espero y te temo, estoy despierto y seguro, como cuando el mar hace el ruido y te arrulla en una playita lejana, con la luna de un norte que te regala noches de claridad en blanco y negro, en plata o azul.
¿De quien es la noche? ¿de quien es el mar? ¿de quien es esta vía? ¿servirá para llegar?. Estaré en mi ventana intentando escuchar y escucharte, buscando, buscandote en los grupos de adolescentes que vuelven a sus casas en pedo o en bomba y me quitan el sueño al pasar bajo mi balcón.
Te esperaré una madrugada de verano, estaré atento al ruido, atento al silencio, para descubrir tus pasos. Estaré descalzo, no podré dormir, lloverá, dormiré, calzaré unos sueños para poder andar. Hoy viniste a mi ventana pero no te pude ver, no sentí tus pasos ni tu modo de andar, se apagaron los ruidos, el viento, el tren, los perros y el mar. A punto estaba de tocarte, pero ha vuelto a amanecer.
(02:35 a.m. del 16/01/2004)

4 comentarios:

González Luis dijo...

La libertad de la escritura queda aromatizada con el poder que le brindas a cada una de tus palabras y la armonia de las mismas.

Las 2 historias, tu forma de sentir y reflejar lo que sientes, hace que el frio de esa madrugada llegue hasta mi monitor y me contagia la mirada, luego puedo verte en el salón y hasta oir los perros afuera!

Perú tierra bendita, llena de encantos y gente divina!

MANFREDO ESCRIBE dijo...

Una madrugada penitente ciertamente, repetida en muchos extremos geográficos y con una misma sensación, no de angustia ni de pena, pero si de mucha inquietud y espectativa por lo que trae el nuevo dia. No es de noche, no es de dia, pero esperas abrazar a ese alguien que espera por ti en algun lugar o viene a velar tu sueño.

Anónimo dijo...

Es interesante la forma como se transporta al momento y forma uno parte. Uno vive el momento.

Unknown dijo...

qué pasó amigo, por qué ya no escribes más?

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