viernes, 3 de octubre de 2008

DX-ismo (cuando las emociones llegaban también a través de la onda corta)

Este es un vocablo, un concepto que siempre estará asociado a mi pubertad y a mi adolescencia, junto a un potente radio JVC regalo de mi padre, algo que se convirtió en la extensión más emocionante de mis conocimientos y las relaciones sociales en esa fase de mi vida. Si las revistas de mi infancia sirvieron para asomarme a un mundo infinito y mío, debo admitir que fue el DX-ismo la herramienta que me permitió dar pasos que me hicieron protagonista de muchas cosas inusuales para mi edad pero felizmente habituales entre mi circulo de amigos de entonces.
Una vez aprendido que los medios de comunicaciones son la suma de muchos elementos, que son la expresión de lo que un ser humano comunica a otro apoyado con la ciencia y la tecnología de cada época, que permite que los contenidos y los conocimientos de una determinada región o país puedan ser transmitidos hasta lugares distantes, una vez asimilado eso como algo natural, uno no podía limitarse a ser un mero receptor de esa información y conocimientos, uno debía también ser protagonista, formar parte de aquel sistema de comunicaciones.
En el colegio los amigos compartíamos datos, frecuencias y horarios de radios o programas recién descubiertos y ya en casa cada quien por lo general a partir de las seis de la tarde (23:00 Hora del Meridiano de Greenwich – Hora GMT u Hora UTC - United Time Cordinated) iniciábamos la singular cacería en la banda de onda corta, enterarse de la noticias que no verías ni en la tele ni la radio local, escuchar la música mas reciente y rebuscada y tomar conocimiento de otras realidades en la voz de amigos lejanos, estableciendo el vinculo con solo sintonizar y tener la paciencia de captar la señal adecuada de onda corta, al principio buscando las emisoras mas potentes y populares y después agarrar el gusto y reto de captar las emisiones mas lejanas y exóticas; aún recuerdo la emoción que provocaba escuchar el canto del “irakeere” anunciando el inicio de transmisiones de Radio RSA desde Johannesburgo.
Diexista es una castellanización de la expresión DXer, y el DX-ismo como actividad proviene de las siglas D = distancia y X = incógnita, y como afición podría definirse como la búsqueda de lo desconocido o lo que nos viene de la lejanía. Las personas que se dedican al diexismo son aquellas que con su aparato de radio se dedican a sintonizar, identificar, escuchar y monitorear emisoras de radio, bien sea que se trate de radiodifusoras o bien las señales de radioaficionados o señales utilitarias como las de barcos o aviones (aunque en estos casos actualmente el uso de dichas frecuencias solo se limita a momentos de maniobras o su uso en naves pequeñas tipo bolicheras), en mi caso y el de mis amigos, la carnecita de esta actividad –sobra decirlo- lo constituían las emisiones de radiodifusoras lejanas a nuestro lugar de recepción, desde las mas grandes y emblemáticas tipo Radio Nederland, Radio Deutsche Welle, BBC de Londres, Radio Suecia International, Radio France Internationale, Radio Praga, BRT de Bélgica, RAI de Italia, Radio Exterior de España, Radio Pekín, Radio South África, entre otras, y también aquellas emisoras que aunque no siendo las grandes corporaciones radiales de sus respectivos países en cambio tenían el encanto de su difícil sintonía sea por lejanas o por inusuales.
La mayoría de estas emisoras tienen transmisiones en varias lenguas, y las emisiones en castellano suelen ser felizmente muchas con todo un espectro de opciones para escoger, así, la afición inicialmente técnica de escuchar señales de onda corta que llegan hasta nuestros receptores según las condiciones de propagación, la potencia de las emisoras, las interferencia que sufran y la hora de la escucha, también permitía otro aspecto importante de conocimientos y experiencias que era conocer e informarse de primera mano con las noticias, la cultura y costumbres del país de origen de la señal, agregando a ello una actividad propiciada por las mismas emisoras cual es el ponerse en contacto con ellos mediante correo (si, correo convencional, recuerden que hablo de mi pubertad y adolescencia, el internet y el e-mail son temas recientes), lo que permitía consultarles aspectos de interés o compartir la experiencia de la sintonía.
Adicionalmente según el caso y la disposición de la emisora recibía información y material impreso de diversos tópicos del respectivo país (temas de turismo, cultura, actualidad, etc.), así como distintivos de cada radio como stickers y banderines o gallardetes. En resumidas cuentas, todo eso eran los trofeos de la escucha, que luego llenarían álbumes y paredes de la casa; y, lo principal, como complemento de la captación de la señal uno debía enviar informes de recepción y obtener como confirmación de la misma una Tarjeta QSL (tarjeta de confirmación de recepción o acuse de recibo), esos informes debían indicar día, hora de inicio y fin de la escucha, frecuencia de sintonía, situación geográfica del radioescucha, equipo receptor y antena empleados y un pequeño resumen de la escucha, junto con ello, una evaluación técnica de las características de la recepción, usando para ello el código SINPO, una escala de 1 al 5 que cubre y evalúa los siguientes aspectos:
Strength - Intensidad de la señal;
Interference - Interferencia de otras emisoras, equipos eléctricos, etc.;
Noise - Ruido, interferencias ambientales de tipo natural;
Propagation - Condiciones de la propagación y estabilidad de la señal (también el desvanecimiento de la señal o fading; y,
Overall - Apreciación en conjunto de la recepción. Con lo cual, un hipotético y casi improbable SINPO 55555 equivaldría a una recepción digamos perfecta.
El DXismo como afición principal de esos tiempos para mi implicaba todo un conjunto de otras actividades paralelas compartidas y competidas -como no- con algunos otros colegas de mi querido Colegio Leoncio Prado, así, cada uno de nosotros contaba con su respectivo Apartado Postal ó P.O. Box, con lo que debo decir que la llegada de correspondencia a mi Apartado Postal N° 270 era toda una materialización de las experiencias escuchadas, y el volumen era impresionante. La salida del colegio siempre incluía la visita obligada a la Oficina Central de Correos para ver que novedad había llegado para cada uno, en muchos casos el entusiasmo nos ganaba y ya no nos conformábamos con QSL’s y a veces recibir los sobres mas grandes eran motivo de mayor orgullo, suscripciones de revistas, etc, otras veces incluso la escucha había permitido participar de concursos que te compensaban con cosas mayores del merchandising de las emisoras, inclusive radios receptores Grunding (un amigo lo ganó dos veces), en mi caso uno de mis tesoros fue un afiche autografiado por los 49ers que me mandó la radio cristiana KGEI - La Voz de la Amistad desde San Francisco, Ca. En suma, la escucha de la onda corta no podía ser mejor estimulada.
Otra ventaja fue la posibilidad de contacto con otros oyentes de la misma radio que fueran de otras latitudes, lo que permitía que a través de la correspondencia uno tomara contacto directo con otra gente de tu misma edad é intereses, demás esta decirlo, hice amigos en lugares lejanos y cercanos, Japón, Francia, España, USA, Chile o Argentina proveyeron los mas recordables, aunque las cartas podían llegar de lugares inimaginables como Angola, Filipinas o Israel, algunos de esos amigos se convirtieron verdaderos familiares si no hermanos a la distancia. Claro, todo este intercambio significaba un reto a su vez, uno se convertía en una especie de representante del propio país, así se daba una saludable retroalimentación, un aprendizaje impresionante, de ahí en mas no hubieron mas fronteras ni barreras, si la cultura general fuera una materia que rendir, esta se aprobaba con notas de excelencia.
En cuanto a la formación de cada uno de nosotros esta actividad supuso una expansión de conocimientos enorme, conocer y entender principios físicos y mucho mas, ciencia multidisciplinaria en suma para lograr captar las señales de radio, para mejorar su recepción y junto a ello la interrelación tanto con las emisoras como con otros DXistas permitió que adquiriéramos ese “mundo” que en otras circunstancias hubiera sido parte de un proceso mas largo o habría tenido que darse en alguna otra coyuntura extraordinaria, nada habitual en gente de nuestra edad, independientemente que se tratara que viviéramos en una ciudad del interior y no en la capital –o quizá precisamente por eso-, lo que nos dio un plus para ver la vida de otra manera integrados desde entonces a esa gran aldea global que somos. Lo que vino años después ya fue el perfeccionamiento de todo lo andado, nosotros ya habíamos recorrido distancias infinitas, las distancias ya habían dejado de ser una incógnita.

6 comentarios:

Francisco Araniva dijo...

Manfredo:
La onda corta tiene algo para mi que la hace especial que no lo tiene ni lo tendrá el Internet, el sólo hecho de que puedas escuchar una transmisión de un antípoda y que con una diferencia de tan solo 10 Khz puedas irte a otra latitud situada a muchos kilómetros de distancia, igualmente la calidez que tienen las radios de onda corta con sus oyentes, por ejemplo en Radio Habana Cuba si tu envías una carta todas y cada una de las que se envían llevan la firma autógrafa de Lourdes López jefe del departamento de correspondencia de RHC, esa magia que también tiene el correo postal no la suple el correo electrónico.

Como nostálgico que soy siempre escucho la onda corta y me ha llenado de conocimientos y satisfacciones, además en la onda corta no hay posibilidad de diluirse en otros aspectos como lo tiene el internet, simplemente es la información pura desde el lugar de origen hasta nuestro radio receptor.

Enhorabuena por la onda corta.

Francisco Araniva
Apartado Postal 1489
San Salvador - El Salvador
América Central

MANFREDO ESCRIBE dijo...

Muy agradecido Francisco por tus comentarios.
Coincidimos plenamente en nuestra apreciaciones, la escucha de onda corta tiene componentes distintos que estoy seguro trascienden tecnologia y tambien va mas alla de esa nostalgia que significa para nosotros los dx- istas. Las ondas viajan en la atmosfera, se propagan y permien la magia de ser recepcionada en otra latitud, no exacta, no es infalible y ese es su mérito. Haciendo una inefable comparación, la "fidelidad" de las comunicaciones satelitales y el internet de hoy en día sin embargo nos pone ante otro peligro, si un mal dia se "cae" la señal, se cae todo, sucedio hace pocos días en la ciudad que vivo, no hubo "sistema" ni para el internet, ni para los celulares, ni la telefonia fija a larga distancia, ni cajeros automáticos, un pequeño gran caos. Vaya con nuestra modernidad. O como cuando el año pasado con el sismo que azotó el Sur de mi país, se "cayeron" las comunicaciones telefónicas por varias horas y hubo que esperar hasta la mañana siguiente para conocer la magnitud de lo que pasó. Pero para eso existen las comunicaciones de onda corta (sea como radio aficionado o la radiodifusión), aunque no haya una computadora ni un celular cerca, una radio si te permitirá estar en contacto con el mundo en cuanquier circunstancia.
Nota: Omisión involuntaria no mencionar una clásica de la onda corta: Radio Habana Cuba, gracias por recordarmelo.
Un gran abrazo desde Perú, y si, que viva la onda corta.

Anónimo dijo...

Buena Fredo, como no recordar esas dos radios que gane en los concuros de Radio Deutsche Welle, que tiempos hermosos, en los que la amagia y la imaginaciòn se perdió con el Internet, pero queda el recuerdo de aquellos años vividos...

FEDEXTER dijo...

Manfredo, tengo 22 años recientemente cumplidos, siempre me gusto mucho el internet pero desde los 14 años cuando me regalaron mi primera radio con onda corta fue algo impresionante para mi, mucho mas que el internet, tiene una magia de la que la caja moderna (computadora) no la podra superar...

Hoy en dia no tengo mas ninguna radio de calidad de onda corta por el costo elevado.

En cuanto a mis grandes ilusiones esta en encontrar algun dia alguna radio rusa, pero no tuve hasta hoy en dia resultados, en cuantos a las radios orientales como la de china y taiwan me encantan particularmente por sus musicas modernas del momento como tambien culturas, ademas de los cursos de idioma en castellano que transmitian anteriormente por radio Taiwan, entre otras radio La Habana (creo), la clasica BBC de Londres, alguna que otra radio que no entendia que me supongo que eran de alemania, y como que estoy en Asuncion, Paraguay tengo disponible varias radios cristianas de Brasil de las no comprendo el idioma portuguez, en fin...

A pesar que no tengo tantos años en esto, me dejo nostalgico con la radio que poseia mi abuela, una caja de madera gigante con unos tubos que no recuerdo bien, que cuanto mas calientes estaban mejor tomaba la señal, por lo tanto la calidad.

Mi correo para cualquier cosa federico.5000@hotmail.com

Saludos...

JULINHO AGUIRRE SOTO dijo...

Interesante artículo amigo Martín. Como dices, los DX de esa época nos adelantamos al Internet y nos metimos a la aldea global. Saludos.

MANFREDO ESCRIBE dijo...

Ciertamente Julinho, nos adelantamos a la globalizacion de las comunicaciones y ampliamos nuestras fronteras mentales y culturales

YA TE EXTRAÑO

Pareciera que no hay nadie, ni una sola persona en mi entorno que pudiera terminar de entender la dimensión de este particular univ...